David Angulo y Torsten Weber unen sus talentos en un emotivo homenaje a la vida y la memoria de Laura Gómez-Lacueva.
La música se convirtió en el canal para expresar el dolor y la tristeza, creando algo bello y luminoso como ella lo era. Una canción que honra la memoria de un ser querido y nos invita a abrazar la vida con cada acorde.
Premio a MEJOR CANCIÓN en los XXV Premios de la Música Aragonesa.